Al arribar al tercer aniversario de la rebelión de abril de 2018 y de lucha contra un Estado policial, la represión, la violación de los derechos humanos y la conculcación de todos nuestros derechos ciudadanos y políticos, las integrantes de la Articulación Feminista de Nicaragua reivindicamos las elecciones como mecanismo de salida a la crisis del régimen dictatorial de Daniel Ortega. Reclamamos libertad, democracia y justicia y un Estado de Derecho que reconozca la pluralidad política y la diversidad, donde sea la ciudadanía la protagonista de la política.
Rechazamos y denunciamos las reformas electorales del orteguismo porque son unilaterales y excluyentes, no toman en cuenta el consenso nacional ni la demanda de la comunidad internacional para hacer las elecciones creíbles, competitivas, observadas y legítimas. Tales reformas cercenan y anulan el derecho fundamental a elegir y ser electo contemplado en la Constitución Política y los tratados internacionales de derechos humanos. Desconocen el derecho de la ciudadanía a participar y decidir y omite lo establecido en la Constitución Política de efectuar consultas a las organizaciones civiles. Eliminan las funciones del Consejo Supremo Electoral y de las Juntas Receptoras de Votos de reglamentar la acreditación y permitir el acceso a la observación electoral. Centralizan el poder, hasta el nivel municipal, del registro civil de las personas. Mantiene el esquema bipartidista resultado del pacto Ortega-Alemán. Se refuerza el Estado policial por cuanto es a la Policía a quien se debe hacer la solicitud para realizar actividades de movilización. En su actual ley, es un cuerpo policial subordinado a mandatos inconstitucionales de su máximo jefe. Las reformas electorales de Ortega pueden ser calificadas de contrarreformas que anulan los derechos ciudadanos, estando estructuradas de tal manera, que el fraude se concreta desde la propia ley.
Repudiamos el uso demagógico de la paridad de género, porque la presencia numérica de mujeres dentro de un régimen patriarcal-autoritario, no lo modifica ni lo hace democrático. La equidad solo puede ser fruto de la democracia, no de un régimen que ha hecho retroceder los derechos de las mujeres y utiliza a las que ocupan cargos públicos.
Ante las atroces reformas electorales de Ortega, exigimos a las organizaciones y precandidatos opositores presentar un frente común para la defensa colectiva de los derechos de la ciudadanía y por unas elecciones libres, competitivas y transparentes. Concordamos en que es una oportunidad para que las plataformas políticas opositoras resuelvan de una buena vez el tema de la unidad. La unidad por la que apostamos es la de un bloque unificado de la oposición sin sumisión, donde los partidos políticos sean instrumentos al servicio de la ciudadanía y no al revés. Una unidad que reconozca que la contradicción principal es entre dictadura y democracia; entre el régimen dictatorial y la ciudadanía. Esta unidad es indispensable para lograr las condiciones habilitantes para el proceso electoral y para poder ejercer el voto como derecho universal.
Respaldamos el Manifiesto Político de las Madres de Abril y coincidimos con ellas en que no apoyaremos a “ningún candidato o candidata que promulgue la impunidad y tampoco avalaremos un proceso electoral sin las condiciones y garantías necesarias para que el derecho ciudadano de votar y ser votado sea posible y respetado; liberación de las presas y presos políticos, libertad de organización y fin al estado policial.” Igualmente, llamamos a los postulantes, partidos y plataformas políticas, así como a la ciudadanía, a no ser parte de una farsa que lleve a la impunidad y a la permanencia de la dictadura.
Las mujeres en Nicaragua tenemos una larga historia de lucha y no nos vamos a amedrentar por las embestidas del régimen. En este tercer aniversario de la Rebelión de Abril, ratificamos nuestro compromiso de continuar hasta donde haga falta en defensa de nuestros derechos, por la libertad, la justicia, la democracia y la paz.
Managua, 19 de abril, 2021
¡Democracia sí, dictadura no!
¡Viva la Rebelión de Abril!
Articulación Feminista de Nicaragua