El día 6 de mayo murió la compañera Rhonda Copelon, teórica feminista que mostró siempre su solidaridad con Nicaragua y con las feministas.
Rhonda tenía varios años de padecer un cáncer, frente al cual peleó con mucha tenacidad, pero finalmente ya no pudo seguir luchando más.
Rhonda desarrolló el planteamiento de equiparar la violencia doméstica como tortura y con sus argumentos demostró que la naturaleza y los elementos constitutivos del delito del tortura eran similares a los de la violencia en el ámbito doméstico, con resultados más desvastadores que el de las peores dictaduras y con el agravante que no contaban con la heroicidad que suele acompañar las torturas por razones políticas.
Como integrante de la red de expertas del grupo MADRE, estableció una fructífera relación de trabajo con el Movimiento Autónomo de Mujeres, a través de la Clínica Legal Internacional de Derechos de las Mujeres, adscrito a la Universidad de Nueva York.
Producto de esa relación presentamos los Informes Alternativos ante los Comités de Derechos Humanos de Naciones Unidas, relativos a la violación de derechos humanos que significa la penalización total del aborto, la persecución a defensoras y defensores de derechos humanos, la agresión a los medios de comunicación, los ataques a la libertad de expresión y a la libertad de asociación.
A dos días del allanamiento sostuvimos como MAM una reunión de trabajo en Nueva York para actualizar el Informe Alternativo, a la luz de lo ocurrido el 10 de octubre.
Con posterioridad en marzo de 2009 presentamos en conjunto el Informe ante el Comité contra la Tortura, en el cual desarrolló su tesis de que la penalización total del aborto constituye tortura. Tesis que fue asumida como el Comité en la Resolución emitida con posterioridad.
Antes de que su enfermedad lo impidiera, sostuvimos varias reuniones con ella, para desarrollar algunas argumentaciones que se podían derivar de los postulados de derechos humanos, que por el momento quedarán pendientes, hasta que podamos restablecer diversas coordinaciones en la misma Universidad de Nueva York.
Realmente hemos tenido una pérdida muy grande, de una mujer extraordinaria, que puso su sabiduría al servicio de las luchas políticas de las mujeres.