Este ocho de marzo, día internacional de las mujeres
¡En rebeldía, por nuestros cuerpos, por el país que queremos!
Este ocho de marzo, las nicaragüenses celebramos un aniversario más de luchas, rebeldíasy transgresionesante los mandatos del patriarcado en el mundo entero.
Como mujeres conscientes y comprometidas con la democracia y el respeto de los derechos humanos, las mujeres y las feministas estamos orgullosas de ser el único movimiento social que a pesar de los antiguos y nuevos obstáculos, nos hemos mantenido firmes en la denuncia de todos los poderes autoritarios que tanto en el ámbito público, como el privado.
Por eso, el Estado no ha logrado callarnos, las religiones patriarcales no han logrado desacreditarnos, los partidos políticos no han logrado cooptarnos, los machistas y violentos no han logrado dominarnos, por eso, seguimos haciendo revolución feminista.
Vivimos en un país donde la retórica política del gobierno es socialista y las políticas públicas son capitalistas y neoliberales. Un Estado que mezcla intereses personales con los de gran capital, concede nuestros recursos y territorios a empresarios nacionales y extranjeros; ofrece empleos precarios y sin seguridad social, promete a mujeres rurales acceso a la tierra, y no cumple; nos empuja a la migración dado el poco acceso a medios de producción;promueve un sistema tributario que afecta a las personas con menos ingresos;invierte poco en educación y salud y mucho en propaganda política. Un país con una brecha cada vez mayor entre ricos y personas empobrecidas. Un país en venta o en alquiler, con mucho clientelismo político.
Por eso, las mujeres seguimos en rebeldía, por nuestros cuerpos, por el país que queremos
Vivimos en un país donde se proclama la igualdad, pero se legisla en contra de la vida de las mujeres. Junto con la penalización del aborto,el Estado no protegeni tutela la integridad y la vida de niñas y de mujeres embarazadas a consecuencia de una violación; tampoco asegura atención humanizada a las mujeres por complicaciones de aborto. Ésta es una de las más graves violencias cometidas en contra de las mujeres.Más bien les desinforman y niegansu acceso a métodos y técnicas para decisiones responsables e informadas de su sexualidad y su capacidad reproductiva.
Por eso, las mujeres seguimos en rebeldía, por nuestros cuerpos, por el país que queremos
Vivimos en Estado que actúa desde la misoginia, menosprecia, controla y criminaliza nuestras vidas y nos deja en total indefensión, generando violencia estatal e incumpliendo lo establecido en diversos instrumentos de derechos humanos, que Nicaragua ha firmado y ratificado.
Por eso, las mujeres seguimos en rebeldía, por nuestros cuerpos, por el país que queremos
Vivimos en un Estado que habla de amor y reconciliación, pero justifica la violencia contra las mujeres. Después de la aprobación de la Ley 779 para sancionar la violencia de género, el propio Estado nos obliga a “perdonar” a los agresores a través de la mediación. La justicia es lenta y parcializada y por eso, miles de delitos contra de las mujeres, quedan en la impunidad.
Por eso, las mujeres seguimos en rebeldía, por nuestros cuerpos, por el país que queremos
Vivimos en un Estado que aunque no tiene religión oficial y su educación deber ser laica, incluye valores cristianos en la Constitución, reformada a la medida delafamiliapresidencial. El Estado quiere confundir a la gente, mezclando creencias religiosas con políticas públicas con meros afanes políticos. La gente no necesita del Estado para vivir su fe; sino para lograr el reconocimiento y ejercicio de sus derechos humanos.
Por eso, las mujeres seguimos en rebeldía, por nuestros cuerpos, por el país que queremos
Vivimos en un país donde se promueve el poder del “pueblo presidente”y se niega el derecho a la participación ciudadana en igualdad de condiciones. El gobierno del FSLN,como el somocismo,continua reforzando la confusión Estado-partido-familia, afectando drásticamente la posibilidad de avanzar hacia una sociedad verdaderamente democrática. Manejan la información pública como privada; han concentrado la propiedad de los medios de comunicación; han creado un clima de miedo y confrontación para evitar la protesta ciudadana; y quieren imponer un único modelo de participación donde no caben movimientos y organizaciones feministas.
Por eso, las mujeres seguimos en rebeldía, por nuestros cuerpos, por el país que queremos
En la mayoría de municipios, las autoridades no consultan los presupuestos ni toman en cuenta las legítimas demandas de las mujeres. La autonomía municipal pareciera una vieja referencia, sin cabildos plurales, dejando los espacios sólo para organizaciones afines al partido de gobierno.
Por eso, las mujeres seguimos en rebeldía, por nuestros cuerpos, por el país que queremos
Nuestras rebeldías van desde nuestros cuerpos a lo público. Cuerpos libres y plurales. Hemos reivindicado el derecho al placer, a la alegría, a la rebeldía y a la transgresión. Defendemos con pasión y convicción el derecho a vivir libres de violencia, disfrutar nuestros derechos sexuales y derechos reproductivos, incluido el derecho a decidir sobre el erotismo y la maternidad con libertad y autonomía.
Asumimos que sin democracia nuestros derechos no existen. Por eso, queremos un país donde se respete el equilibrio de poder entre las instituciones del Estado y la ciudadanía. Sin caudillos que de forma demagógica nos ofrezcan salvación. Tenemos derecho a pensar, a tomar de decisiones, a actuar, a criticar, a proponer, a ser tomadas en cuenta.
Ni nos callamos, ni permitimos ser silenciadas. Seguiremos en las calles luchando por nuestros derechos.
¡Las mujeres no somos territorio en disputa!
Las mujeres seguimos en rebeldía
Por nuestros cuerpos, por el país que queremos
Managua, 8 de marzo de 2014.