El Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM) condena los ataques terroristas, sabotajes a las iglesias católicas y amenazas de muerte en contra de sacerdotes que han denunciado los atropellos y violaciones de derechos humanos que sufre el pueblo nicaragüense. Estos actos criminales son alentados por el discurso oficial de odio y ejecutados por personas fanatizadas del partido de gobierno que actúan amparados en la impunidad de la dictadura.
Consideramos que estos ataques evidencian la peligrosidad en que vivimos en Nicaragua, donde las instituciones públicas se han convertido en instrumentos de represión al servicio de la dictadura. Así mismo, confirma la continuidad de la crisis política de ingobernabilidad y las violaciones sistemáticas de los derechos humanos, todo ello incrementa la inseguridad ciudadana y jurídica de la ciudadanía, poniendo en mayores riesgos a las voces disidentes del régimen, que diariamente denuncian sus atropellos.
Rechazamos el informe conclusivo emitido por la policía sobre el atentado en la Catedral de Managua, que a todas luces fue redactado a la medida de orientaciones partidarias y que una vez más demuestran que la institución policial perdió su credibilidad y profesionalismo.
Repudiamos la campaña de odio, difamación y estigmatización contra líderes opositores, personas defensoras y particularmente las dirigidas contra las feministas, entre ellas Azahálea Solís y Sofía Montenegro, integrantes fundadoras del MAM, quienes ha sido firmes defensoras de la institucionalidad democrática y las libertades ciudadanas.
Nuestro respaldo y solidaridad con la Conferencia Episcopal de Nicaragua(CEN). Exigimos el cese de la represión y las violaciones de derechos humanos. Reafirmamos nuestro compromiso de continuar en resistencia y en la lucha cívica hasta lograr una Nicaragua en democracia, justicia, libertad e igualdad.
Managua, 4 de agosto de 2020.